LA TERAPIA ONLINE



Las ventajas de la terapia online

Con esta modalidad, evitamos desplazamientos y el tiempo, entonces, se nos estira… no sufrimos atascos ni demoras.
La comodidad para el acceso. Incluso personas con limitaciones físicas dependen únicamente de sí mismas para realizar un tratamiento; o bien personas que padezcan algún temor o fobia que les impida salir a la calle solas. También se abre el abanico terapéutico a personas sordomudas, es un paso adelante ante la igualdad de oportunidades.
Otra ventaja grandísima, es el registro escrito de las comunicaciones. Los mails, quedan guardados en el ordenador si lo deseas. Y eso te dará la posibilidad de releerlos y repensarlos, días después de la sesión lo cual puede dar lugar a una posterior reflexión, al pensarte en ti misma en las situaciones y con diferentes estados de ánimo. Esto es muy positivo.
El contacto terapéutico, puede tornarse más flexible y frecuente, puesto que si mantenemos sesiones de chat y te surgiese un conflicto después de la misma, podrás escribir un correo electrónico o mensaje, para el que sabes que tendrás respuesta.
El anonimato. Aún hoy, asistir a una psicoterapia puede sentirse como algo acusador e incómodo. Por esa razón, realizar el tratamiento online es muchas veces la opción preferida. Como nadie se desplaza a ningún lado, nadie tiene que saber que se está llevando a cabo un proceso terapéutico.
Por último, el hecho de que el terapeuta no esté delante, desinhibe, de alguna manera, característica que además promueve la apertura a temas que quizá no serían tocados por vergüenza o miedo al rechazo, o porque el nivel de asertividad pueda ser muy bajo, y no se sepan comunicar bien las cosas. Es decir, se abre paso a la espontaneidad.


¿A qué personas va dirigida la terapia online?

La terapia psicológica online no pretende sustituir a la psicoterapia presencial, pero puede ser una alternativa válida para quién:
Tiene dificultades para acceder a un gabinete psicológico presencial, ya sea por lejanía o por algún impedimento físico.
Se ha trasladado o viaja frecuentemente, permitiéndole la continuidad de un tratamiento.
Padece algún trastorno (agorafobia, fobia social) que le hace difícil acudir a una consulta de psicología presencial.
No tiene trastornos graves o muy graves y no presenta síntomas psicóticos.
Desea mantener el anonimato.
Se encuentra cómodo con la comunicación escrita y está familiarizado con internet.
No dispone de tiempo para acudir  a una consulta presencial.
Aún disponiendo de gabinetes psicológicos cercanos a su lugar de residencia prefiere recibir atención psicológica desde la comodidad de su hogar o su lugar de trabajo.


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